Desde la asunción del presidente Javier Milei, el país registra una fuerte contracción del empleo y del entramado productivo, con la construcción y la industria entre los sectores más golpeados.
El impacto del ajuste económico empieza a reflejarse con crudeza en los números oficiales. Desde diciembre de 2023, cuando Javier Milei asumió la Presidencia, en la Argentina desaparecieron más de 17.000 empresas y 236.845 empleos registrados, según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) procesados por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
De acuerdo con el relevamiento, la pérdida neta fue de 17.063 empleadores, con una marcada caída en las compañías de gran tamaño: el 65% de los empleos eliminados (unos 166.500) correspondieron a firmas con más de 500 trabajadores. En tanto, las pequeñas y medianas empresas redujeron 87.190 puestos, equivalentes al 34% del total.
Durante 2025, la tendencia continuó en baja. Entre diciembre de 2024 y julio de 2025, el número de empresas pasó de 499.682 a 494.274, lo que implica 5.408 firmas menos. En ese mismo período, el empleo formal cayó de 9.647.751 a 9.603.445 trabajadores, una reducción de 44.306 puestos.
Si se compara con noviembre de 2023, antes del cambio de gobierno, el retroceso es aún más pronunciado: había 511.337 empleadores y 9.840.290 empleados, cifras que se redujeron drásticamente en menos de dos años.
Los rubros más afectados fueron la construcción, la industria manufacturera y el sector público, este último con unas 70 mil cesantías reconocidas oficialmente. La paralización de la obra pública y privada tuvo un impacto directo en el empleo del sector, que perdió 83.802 puestos desde fines de 2023.
Tras un leve repunte a mediados de 2024, la actividad volvió a frenarse en septiembre, y el propio Gobierno admitió un “parate” que atribuyó a factores políticos en la provincia de Buenos Aires. Desde entonces, el retroceso del empleo y de las empresas se profundizó, a un ritmo de casi 30 empleadores menos por día.