Se debe a la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos, en línea con el cronograma establecido por el Gobierno. Además, se prevé que este incremento se vea acompañado por el deslizamiento mensual del dólar oficial.
Desde este lunes, el litro de nafta sufrirá un incremento del 4,3%, lo que situará el precio del super en $834 y de la premium a $1.033 en la Ciudad de Buenos Aires. El ajuste es parte de la actualización de impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) dispuesta por el gobierno, marca un nuevo golpe al bolsillo de los argentinos.
Esto se traduce en un gasto notable para los conductores al momento de cargar sus vehículos, ya que llenar un tanque de 45 litros con nafta súper supone un desembolso de $37.665, mientras que optar por la calidad premium eleva esta cifra a $46.485.
La venta de naftas experimentó una caída del 7,3% interanual en febrero en las estaciones de servicio, según datos de Surtidores. El impuesto a los combustibles, creado por ley en 1998, fue objeto de diversas medidas de actualización y congelamiento a lo largo de los años. Durante la gestión de Mauricio Macri, se dispuso su actualización trimestral ajustada por la inflación oficial, aunque en 2019 se postergó.
Bajo la gestión actual, se retomó la actualización de estos impuestos como parte de un esfuerzo por estabilizar las finanzas públicas y compensar el bloqueo de la reforma impositiva prevista en la ley ómnibus.
A pesar de las promesas de una gestión sin subas de impuestos, el gobierno optó por «regularizar» la situación en las naftas para aumentar la recaudación y hacer frente a los desafíos económicos del país.