Frente a la retracción en las ventas y el ingreso de productos importados, el sector textil ajusta estrategias para evitar una acumulación de stock.
En medio de una fuerte caída del consumo y el avance de la competencia importada, varias marcas de ropa y cosmética en Argentina comenzaron a recortar precios y adelantar las liquidaciones de temporada. La medida busca estimular la demanda y evitar un sobrestock en un contexto de incertidumbre económica y retracción del mercado interno.
Las firmas del sector ya están ofreciendo promociones típicas del final del invierno a pesar de que la estación apenas comienza. Según fuentes del rubro, las ventas vienen cayendo entre un 20% y 30% en comparación con el mismo período del año pasado, una tendencia que se profundizó con la inflación y la pérdida del poder adquisitivo.
A este panorama se suma el impacto de la apertura a las importaciones, que pone presión sobre los precios locales. Muchas marcas aseguran que deben competir con productos del exterior a valores más bajos, lo que obliga a ajustar márgenes de ganancia y acelerar los tiempos de descuento para no quedar fuera del radar del consumidor.
Desde las cámaras del sector advierten que esta situación podría derivar en una mayor pérdida de empleos y cierre de locales si no hay una recuperación sostenida en el corto plazo. A pesar de las estrategias comerciales, reconocen que las medidas son paliativas y no resuelven los problemas estructurales que enfrenta la industria nacional.
Mientras tanto, los consumidores aprovechan los descuentos anticipados en busca de precios más accesibles, aunque el clima general sigue marcado por la cautela. El escenario obliga a las marcas a repensar sus modelos de negocio, adaptarse al nuevo entorno competitivo y buscar formas de sostener su presencia en el mercado.