El presidente de Brasil abrió la cumbre climática de la ONU en Belém con un fuerte discurso contra el negacionismo y en defensa del multilateralismo y el Acuerdo de París, en su décimo aniversario.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este lunes la COP30 en la ciudad amazónica de Belém, con un discurso en el que llamó a la comunidad internacional a “imponer una nueva derrota a los negacionistas” del cambio climático y del calentamiento global.
El encuentro, que reúne a líderes y representantes de decenas de países, se desarrolla sin la participación de Estados Unidos, el segundo mayor contaminante del planeta, tras su retiro nuevamente del Acuerdo de París bajo la administración de Donald Trump.
“En la era de la desinformación, los oscurantistas rechazan las evidencias de la ciencia y atacan a las instituciones, la ciencia y las universidades. Es momento de derrotar nuevamente a los negacionistas”, expresó Lula en la primera sesión plenaria de la cumbre.
El mandatario advirtió que el planeta “avanza en la dirección correcta, pero a la velocidad equivocada”, y alertó que, de mantenerse las tendencias actuales, el mundo se dirige hacia un aumento de temperatura superior a 1,5°C, el límite establecido en el Acuerdo de París. “Romper esa barrera es un riesgo que no podemos correr”, señaló.
Lula también planteó tres ejes de acción global para enfrentar la crisis climática:
- Cumplir los compromisos existentes, fijando metas más ambiciosas y garantizando financiamiento a los países más vulnerables.
- Acelerar la transición energética, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.
- Colocar a las personas en el centro de la agenda climática, priorizando la justicia social y ambiental.
El presidente brasileño remarcó además que “es mucho más barato luchar contra el cambio climático que hacer la guerra”, en referencia a los conflictos que actualmente sacuden al mundo, como el de Ucrania.
La COP30 se celebra diez años después del Acuerdo de París, en un contexto de avances lentos y compromisos insuficientes por parte de las principales potencias. Brasil busca posicionarse como un líder global en la agenda climática, impulsando políticas para preservar la Amazonia y promover el desarrollo sostenible.






