El expresidente expresó su disposición a colaborar con el oficialismo a nivel bonaerense, aunque lanzó duras críticas al entorno más cercano de Javier Milei.
Mauricio Macri dejó abierta la posibilidad de una alianza electoral entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, de cara a las próximas elecciones. En declaraciones radiales, el expresidente sostuvo que existe una “vocación de trabajar en conjunto” y que el espacio que lidera está dispuesto a buscar acuerdos si hay coincidencias en los objetivos. Las declaraciones reavivan el debate dentro de Juntos por el Cambio, hoy en proceso de reconfiguración tras la llegada de Milei al poder.
Macri aclaró que cualquier entendimiento deberá darse con un “funcionamiento lógico y coordinado”, especialmente en un distrito clave como la provincia de Buenos Aires, donde las elecciones serán desdobladas por decisión del gobernador Axel Kicillof. En ese sentido, el expresidente evitó definiciones tajantes, pero sugirió que su partido está evaluando “todas las alternativas” para enfrentar al peronismo en territorio bonaerense.
Sin embargo, el líder del PRO también aprovechó para criticar duramente a parte del gabinete de Javier Milei, al que acusó de conformar un “triángulo de hierro” que obstaculiza el diálogo con otras fuerzas. Según Macri, ese núcleo de poder —que no mencionó con nombres propios— toma decisiones de manera cerrada y pone en riesgo posibles acuerdos políticos más amplios.
Las declaraciones no pasaron desapercibidas en el tablero político. Desde sectores libertarios celebraron la disposición al diálogo, aunque no ocultaron tensiones con algunos referentes del PRO, especialmente tras las recientes críticas del oficialismo a dirigentes de la oposición. Mientras tanto, dentro de Juntos por el Cambio, las palabras de Macri generaron nuevas discusiones sobre el futuro del espacio y su vínculo con el gobierno nacional.
En un escenario político en plena reconfiguración, la posibilidad de una alianza entre el PRO y LLA en Buenos Aires aparece como un factor clave a seguir. Por ahora, las señales son de apertura, pero también de desconfianza mutua, lo que anticipa un camino complejo hacia las definiciones electorales en el principal distrito del país.