El temporal dejó calles anegadas, viviendas dañadas y severas complicaciones en varios municipios del conurbano bonaerense.
La intensa tormenta que azotó al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en las últimas horas provocó inundaciones generalizadas, obligó a evacuar a más de mil personas y dejó un panorama de destrucción en numerosos barrios del conurbano. La cantidad de agua caída en pocas horas superó ampliamente los promedios habituales para esta época del año.
Municipios como La Matanza, Quilmes, Lomas de Zamora, Avellaneda y Florencio Varela fueron algunos de los más afectados. Calles completamente anegadas, viviendas inundadas y cortes de luz se repitieron en distintas zonas. En algunos casos, el agua alcanzó más de un metro de altura, complicando la circulación y provocando la pérdida de bienes materiales.
Las imágenes que circularon por redes sociales y medios de comunicación mostraron escenas impactantes: autos flotando, familias evacuadas en lanchas y vecinos rescatando pertenencias bajo la lluvia. Desde Defensa Civil confirmaron que se habilitaron centros de evacuación en varios distritos y que continúa el monitoreo ante posibles nuevas precipitaciones.
El Servicio Meteorológico Nacional había emitido una alerta naranja por tormentas fuertes, que se mantuvo vigente durante buena parte del viernes. En algunas localidades, las lluvias acumuladas en pocas horas fueron comparables con las registradas en Bahía Blanca durante la trágica inundación de diciembre pasado, lo que generó alarma entre las autoridades.
El Gobierno bonaerense coordina con los municipios las tareas de asistencia y limpieza, mientras que varias familias aún no pudieron regresar a sus hogares. Se espera que las condiciones climáticas mejoren durante el fin de semana, aunque continúa la vigilancia meteorológica en la región. El impacto del temporal reabre el debate sobre la infraestructura pluvial y la preparación frente a fenómenos climáticos extremos.