Luego del rechazo a integrar la alianza de los Brics, se reflota el proceso de integración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que había iniciado la gestión de Mauricio Macri.
Apenas unos días después de que Diana Mondino confirmara que el país no integrará el bloque de los BRICS, la futura canciller le abrió las puertas a un eventual ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un viejo anhelo de Mauricio Macri.
Mariano Scaglione, quien fue el representante argentino ante la OCDE en el gobierno de Macri, reinició este martes la agenda hacia el ingreso del país a ese conglomerado en el que están las principales potencias globales y varios países en desarrollo. El enviado argentino anticipó la postura de Milei de continuar con el proceso de ingreso al bloque en reuniones con el jefe de América Latina y el Caribe de la Dirección de Relaciones Globales, José Antonio Ardavín, y con Andreas Schaal, director de Relaciones y Cooperación de la entidad y sherpa en el G7 y G20. “¡La ODCE está de vuelta! Gracias, secretario general @MathiasCormann”, celebró Scaglione en sus redes sociales.
El ingreso al organismo no será inmediato. Podría demandar entre cuatro aseis años. Para ingresar a la OCDE, el país debe cumplir una serie de requisitos vinculados a las mejores prácticas de os países desarrollados en materia económica, fical o de transparencia, entre otras cuestiones. Por eso, el camino hacia la OCDE podría representar una suerte de faro que permitiría generar confianza
A pesar de la invitación para unirse al grupo BRICS, el país no considera prioritario formar parte de esta asociación de naciones en desarrollo. «La invitación está sobre la mesa, pero no hay prisa por tomar una decisión. En este momento, no vemos suficientes beneficios en unirnos al BRICS», afirmó Mondino en diálogo con Reuters.