El programa quedó bajo la órbita provincial y el Estado nacional dejará de aportar herramientas educativas.
El gobierno nacional discontinuó el presupuesto específico destinado a la Educación Sexual Integral (ESI), una decisión que representa el fin de 19 años de política educativa centralizada. A partir de ahora, la responsabilidad de coordinar, financiar y ejecutar la ESI quedará en manos de las provincias.
Con esta medida, se eliminaron contenidos del portal oficial Educ.ar relacionados con ESI y se dio de baja una jornada anual sobre género incluida en normativa nacional. Las autoridades justificaron el cambio señalando que muchos materiales ya no se ajustaban a sus criterios y que las provincias asumirán un rol activo en su reemplazo progresivo.
Organismos del ámbito educativo manifestaron su preocupación ante el debilitamiento de un programa que durante años fue eje en la prevención del abuso, la perspectiva de género y la inclusión. Consideran que la decisión podría acentuar desigualdades entre jurisdicciones con distintas capacidades de gestión y recursos.
Aunque algunas provincias aseguraron que seguirán sosteniendo contenidos de ESI por su cuenta, el vacío estatal nacional deja a la ley 26.150 sin un garante central. En los próximos meses, las diferencias regionales podrían agrandarse, y la implementación efectiva dependerá de cada gobierno provincial y de la fortaleza de las organizaciones locales.