El Presidente firmó los vetos a dos proyectos aprobados por el Congreso, argumentando su impacto fiscal. Las medidas serán publicadas el lunes en el Boletín Oficial.
El presidente Javier Milei vetó este viernes dos leyes recientemente aprobadas por el Congreso: una que establecía un aumento adicional para las jubilaciones y otra que declaraba la emergencia en materia de discapacidad. Según informaron fuentes del Gobierno, ambas decisiones se fundamentan en el impacto fiscal que implicarían las normas y en la necesidad de continuar con el programa de ajuste.
La ley de movilidad jubilatoria aprobada por el Congreso planteaba una actualización automática de los haberes previsionales por inflación, sumada a un incremento adicional del 8,1%. Desde el Ejecutivo sostienen que esa medida generaría un gasto público insostenible y pondría en riesgo el equilibrio de las cuentas del Estado.
Por otro lado, la norma que declaraba la emergencia en discapacidad buscaba garantizar el acceso a prestaciones básicas, como transporte, educación, salud y asistencia personal. El oficialismo argumentó que la redacción de la ley no establecía con claridad de dónde provendrían los fondos y que su implementación resultaba inviable en el actual contexto económico.
Ambos vetos serán publicados el próximo lunes en el Boletín Oficial, lo que dejará sin efecto las iniciativas parlamentarias. Desde el entorno presidencial aseguraron que “el ajuste es para todos” y que no hay margen para conceder beneficios adicionales que no estén contemplados en el plan económico.
La medida generó un fuerte rechazo por parte de sectores de la oposición, organizaciones sociales y entidades vinculadas a los derechos de las personas con discapacidad. Legisladores de distintos bloques adelantaron que buscarán insistir con la aprobación de ambas leyes, lo que requeriría mayorías especiales en ambas cámaras.
Mientras tanto, el debate sobre el ajuste fiscal y su impacto en los sectores más vulnerables vuelve a ocupar el centro de la escena política. Las decisiones del Gobierno refuerzan la estrategia de contención del gasto, pero también reavivan las tensiones con el Congreso y amplios sectores de la sociedad.