Andy Byron, empresario estadounidense, acusó a Coldplay de difamación luego de que su infidelidad quedara expuesta durante un recital de la banda. Evalúa iniciar acciones legales.
Un inesperado episodio durante un recital de Coldplay derivó en una fuerte polémica que podría llegar a los tribunales. Andy Byron, ex CEO de la empresa tecnológica Astronomer, denunció haber sido difamado por la banda británica tras quedar expuesta una supuesta infidelidad en plena transmisión en vivo durante uno de sus conciertos.
El hecho ocurrió durante la popular “kiss cam”, cuando las cámaras del evento enfocaron a Byron besando a una mujer que no era su pareja oficial, Megan Kerrigan. El momento fue proyectado en pantallas gigantes ante miles de espectadores, y rápidamente se viralizó en redes sociales. El escándalo tuvo consecuencias inmediatas: Byron renunció a su cargo y su vida personal quedó en el centro de la atención mediática.
En declaraciones recientes, el empresario aseguró que la banda no sólo difundió su imagen sin consentimiento, sino que además lo sometió a una humillación pública con graves consecuencias personales y profesionales. Por eso, estaría evaluando iniciar una demanda por difamación contra el grupo liderado por Chris Martin.
Desde el entorno del empresario alegan que hubo una intencionalidad en la selección de imágenes mostradas durante el show, y que el daño reputacional fue desmedido. También se cuestiona la falta de filtros por parte de la producción del evento, que permitió que una escena privada se convierta en un escándalo internacional.
Hasta el momento, Coldplay no emitió un comunicado oficial sobre el asunto. Sin embargo, el incidente reabre el debate sobre los límites entre el entretenimiento en vivo, el uso de la imagen personal y el derecho a la privacidad, incluso en contextos masivos como los conciertos.
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