La Justicia avanzó con la causa y le atribuyó cargos por el episodio ocurrido en manifestaciones recientes.
Un juez dictó el procesamiento del gendarme acusado de disparar contra el fotógrafo Pablo Grillo durante una cobertura en el marco de una protesta. Con esta decisión, la instrucción penal avanza hacia una etapa más compleja del proceso.
El magistrado consideró que hay indicios suficientes para atribuir responsabilidad penal al efectivo, quien deberá responder por el uso indebido de armamento y por poner en riesgo la integridad física de terceros. El expediente sigue abierto y podrían sumarse nuevas imputaciones.
Grillo sufrió heridas leves pero el hecho generó gran repercusión mediática y múltiples pedidos de esclarecimiento desde organismos de derechos humanos y prensa. La causa se convierte ahora en una prueba para determinar los límites del accionar estatal en contextos de represión.
Desde el sector de prensa reclamaron garantías para ejercer la labor periodística sin recibir agresiones. A su vez, la Justicia deberá definir si hay responsabilidades institucionales o de mando en la cadena de comando. El caso se monitorea con atención por su impacto simbólico.