Los fanáticos se autoconvocaron en Parque Lezama y se acercó el vicepresidente. Acompañó a la multitud que caminó rumbo a La Bombonera e ingresó al club .El candidato oficialista habló sobre el final y disparó contra la oposición.
Juan Román Riquelme se movilizó este domingo junto a miles de hinchas de Boca, que marcharon desde Parque Lezama hacia La Bombonera para protestar contra la suspensión de las elecciones que se debían llevar a cabo este domingo.
El actual vicepresidente había anticipado que participaría del acto en un video que publicó a través de las redes sociales de «Soy Bostero», la agrupación que formó para presentarse como candidato a presidente por el oficialismo. Y cumplió con su palabra: no sólo se mezcló en la caravana, sino que también ensayó un duro discurso contra Andrés Ibarra y Mauricio Macri, los líderes de la oposición. «No nos pueden intervenir el club, de ninguna manera», soltó Román.
Con los fanáticos boquenses congregados desde temprano en Parque Lezama, Román se hizo presente pasadas las 17. Primero se dio una vuelta por La Bombonera, acompañado por el Chelo Delgado, Antonio Barijho, Diego Soñora, Blas Armando Giunta, Pablo Ledesma y Joel Barbosa, entre otros exfutbolistas que forman parte de su espacio político.
Luego, todos juntos, se subieron a una camioneta blanca que comenzó a transitar a paso de hombre entre la multitud en la zona del Bajo. En un momento se pasó a la parte trasera del vehículo y comenzó a cantar y agitar sus brazos a la par de los hinchas.
Luego, el vehículo ingresó al playón de La Bombonerita, donde terminó el recorrido. Los hinchas, entonces, se congregaron en uno de los playones de estacionamiento a la espera de la palabra del vicrepresidente.
Minutos mas tarde, Riquelme salió y le habló brevemente a los boquenses. «Quiero darles las gracias de verdad. Es un día maravilloso. Nos quitaron la posibilidad de disfrutar de un gran día. Hoy tendríamos que haber votado, tendríamos que haber estado pisando el campo de juego y disfrutado de una gran fiesta”, comenzó
Y después, fue al hueso sin titubeos. «El club es de ustedes. Ustedes son los que le prestan el campo de juego a los jugadores. No nos pueden intervenir el club, de ninguna manera. Es lo que quieren hacer. No se dejen comer la cabeza con otra cosa. El señor quiere intervenir nuestro club», cerró.