Misiles y drones impactaron en varias ciudades ucranianas y crecen las preocupaciones en países vecinos por una posible escalada del conflicto.
Rusia lanzó en las últimas horas un ataque aéreo masivo contra Ucrania que incluyó el uso de misiles y drones en distintas regiones del país. Kiev informó que las defensas antiaéreas lograron interceptar parte de los proyectiles, aunque varios lograron impactar y provocaron daños en infraestructura y cortes de energía.
El gobierno ucraniano denunció que se trató de uno de los operativos más intensos de los últimos meses y advirtió que la ofensiva forma parte de una estrategia para debilitar la resistencia en vísperas del invierno. Según autoridades locales, varias ciudades sufrieron explosiones que afectaron a barrios residenciales y generaron la evacuación de cientos de personas.
La situación también generó alarma en Europa del Este, luego de que Estonia reportara una supuesta violación de su espacio aéreo por parte de aeronaves rusas, algo que Moscú negó rotundamente. La OTAN expresó su preocupación por el riesgo de que el conflicto se expanda más allá de Ucrania y llamó a evitar incidentes que puedan escalar la confrontación.
Mientras tanto, la comunidad internacional volvió a reclamar el cese de las hostilidades y el respeto al derecho internacional. Sin embargo, en el terreno, el intercambio de ataques parece intensificarse y las posibilidades de un alto el fuego continúan alejándose.