Las cifras de la nueva medición reflejan un crecimiento de los índices respecto al mismo período de 2022, cuando el número de carenciados llegó al 43,1% y la indigencia al 8,1%.
la UCA dio a conocer su informe anual, en el que observó que la Argentina tiene un 44,7% de pobreza y un 9,6% de indigencia. Es decir que en la actualidad, más de 20 millones de argentinos no cumplen con las necesidades básicas de salarios, salud, educación y alimentación. Este martes, la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó el informe “Argentina siglo XXI: deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes. Perspectivas y desafíos”, en el que dio a conocer los números de la pobreza en el país, que han tenido un leve avance respecto al 2022.
«La pregunta no es cómo llegamos a una pobreza de más del 40 por ciento, sino cómo no fue superior en un contexto de caída de salarios, empleo y crecimiento», se preguntan y responden los investigadores del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA (Odesa), un instituto que cumple más de veinte años de historia en la medición de estos indicadores, y encuentran la respuesta en las transferencias sociales. «Sacar los programas sociales sería realmente peligroso porque son los que mantienen, junto con el instinto de supervivencia de las familias, el equilibrio social”, advierte Agustín Salvia, el director de Odesa.
El director del Observatorio, Agustín Salvia, indicó que para 2024 «se abre un escenario en el que la pobreza va a seguir aumentando, no de manera explosiva, sino en niveles similares al crecimiento que tuvo en los últimos dos años», en un contexto que, como anticipó el presidente electo Javier Milei, coexistirán «una dinámica de alta inflación con el estancamiento económico».
«Estamos en presencia de una crisis que marca un fin de ciclo, gobierne quien gobierne», sentenció en una rueda de prensa, en referencia a las dos décadas iniciadas en la «posconvertibilidad» en el que «se apostó más al equilibrio social fomentando el consumo que al crecimiento económico priorizando la inversión». Sobre sus expectativas acerca del futuro gobierno de Milei, advirtió que en el corto plazo habrá «un ajuste en los precios relativos» que incidirá negativamente en los niveles de pobreza e indigencia, mientras que en el mediano y largo plazo «no se sabe a dónde va a llegar, pero si es exitoso tiene la potencialidad de crecimiento».