Después de anunciar su retiro en febrero de 2022, el tandilense se enfrentó a un duro proceso de adaptación a la vida sin tenis.

Dos años pasaron del día que Juan Martín Del Potro decidió retirarse del tenis profesional en el ATP de Buenos Aires, en la derrota frente a Federico Delbonis, donde dejó enmarcada una imagen imposible de olvidar: colgó su clásica vincha en la red del Court Central Guillermo Vilas. Las lesiones siempre fueron el principal rival del argentino, primero las muñecas y luego las rodillas, que lo tuvieron a maltraer hasta definir su futuro.

El tandilense, desde su irrupción en el circuito ATP, donde logró coronarse en el US Open 2009, se transformó en uno de los candidatos de pelearle de igual a igual al Big Three y Andy Murray, que se encontraban en su mejor nivel histórico. Incluso, tan grande era la confianza que tenía Juan Martín Del Potro que soñaba con pelear el número 1 del mundo, especialmente, en el año 2018, cuando escaló hasta el tercer lugar del ranking, su mejor clasificación mundial.

Recientemente, Del Potro compartió un panorama preocupante de su situación actual, en la que la ansiedad y la depresión se volvieron parte de su día a día. «Me creía una persona con personalidad fuerte, bien parada para afrontar cualquier cosa que se me pusiera en el camino, pero la verdad que ahora, en este último tiempo también aprendí que… ‘¿Saben qué? No soy tan fuerte como creía o ustedes me veían. ¿Y saben qué? Sí, lloro y no duermo y tengo ansiedad y a veces estoy deprimido’», reveló con valentía.

El deportista contó además que hace terapia y que ya no reniega de «no ser tan fuerte». «Y de repente hago mucha más terapia de la que tenía que hacer porque no soy tan capaz de sobreponerme a ciertas cosas de la vida que me están tocando», confesó.

Con respecto a su rodilla y las veces que se operó, dijo: “Me operé ocho veces la rodilla. Se supo de cuatro o cinco, pero hubo tres más en privado. Pasé por ocho cirugías, vi a los mejores especialistas del mundo y probé innumerables tratamientos. La calidad de vida que quiero aún no la logré”.