Durante la ceremonia por el 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana, el presidente protagonizó un gesto que dejó expuestas diferencias dentro del oficialismo.
El acto oficial por el 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana estuvo marcado por un momento incómodo protagonizado por el presidente Javier Milei. Al ingresar al templo para participar del tradicional Tedeum, el mandatario evitó saludar a su vicepresidenta, Victoria Villarruel, y al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, generando sorpresa entre los presentes.
El gesto fue notorio: tras caminar por la nave central acompañado por su hermana y secretaria general, Karina Milei, el presidente pasó de largo frente a Villarruel y Macri, quienes se encontraban ubicados en las primeras filas, y no ofreció ningún tipo de saludo. La escena fue captada por las cámaras y rápidamente comenzó a circular en redes sociales y medios.
La falta de saludo se da en un contexto de tensiones crecientes dentro del espacio oficialista. Las diferencias entre Milei y su vicepresidenta han sido objeto de especulación desde hace semanas, y este episodio pareció confirmarlas públicamente. Lo mismo ocurre con el vínculo con Macri, cuyo rol en la política porteña también ha generado roces con la Casa Rosada.
Desde el entorno presidencial evitaron hacer comentarios sobre lo sucedido, mientras que allegados a Villarruel se mostraron sorprendidos, aunque sin hacer declaraciones públicas. En tanto, en el Gobierno de la Ciudad optaron por bajarle el tono al episodio, asegurando que “fue un acto institucional y el foco estuvo en la fecha patria”.
La tensión exhibida en pleno acto oficial por el Día de la Patria deja en evidencia los desafíos internos que enfrenta el oficialismo, más allá del discurso de unidad que busca proyectar hacia el exterior. Mientras tanto, la ciudadanía observa con atención cómo se reconfiguran las relaciones dentro del poder.