Un gremio aseguró que los números difundidos por el Gobierno no reflejan la realidad y que la pobreza sería el doble de lo informado.
El reciente anuncio del presidente Javier Milei sobre la reducción de la pobreza en Argentina generó controversia luego de que trabajadores del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) cuestionaran la veracidad de los datos oficiales. Según el gremio que nuclea a los empleados del organismo, las cifras difundidas no reflejan la situación real y minimizan el impacto social de la crisis.
El mandatario había celebrado, a través de un video, que su gestión había sacado a 12 millones de personas de la pobreza. Sin embargo, los especialistas del Indec señalaron que el cálculo oficial presenta serias inconsistencias metodológicas y advirtieron que los índices publicados estarían “muy por debajo” de la realidad que atraviesan los hogares argentinos.
En esa línea, desde el sindicato afirmaron que la pobreza rondaría niveles cercanos al doble de lo informado por el Gobierno, lo que pone en evidencia una fuerte discrepancia entre las estadísticas oficiales y los relevamientos internos. Además, remarcaron que manipular o distorsionar los indicadores puede generar un grave daño en la credibilidad de la institución.
Las críticas reavivan el debate en torno a la transparencia de las estadísticas públicas y el rol del Indec como organismo técnico independiente. Mientras el Ejecutivo defiende sus números como muestra de éxito en su plan económico, las denuncias de los trabajadores suman un nuevo capítulo de tensión en torno a la medición de la pobreza en el país.