La vicepresidenta y la ministra de Seguridad protagonizaron un duro intercambio que expuso fracturas dentro del espacio gobernante.
Un nuevo episodio de tensión sacudió la interna del oficialismo tras el fuerte cruce entre Victoria Villarruel y Patricia Bullrich. La disputa, que comenzó en el ámbito parlamentario y se trasladó rápidamente a las redes sociales, dejó al descubierto las grietas que atraviesan al espacio que lidera Javier Milei.
Todo comenzó cuando Bullrich criticó el manejo de la vicepresidenta durante una sesión en el Senado, pidiéndole que “se levante y no denigre la institución que preside”. Villarruel no tardó en responder con dureza, acusándola de “cómplice del kirchnerismo” y de mantener actitudes “más cercanas al terrorismo que a la democracia”.
El enfrentamiento escaló en X (ex Twitter), donde ambas dirigentes intercambiaron mensajes cargados de ironía y reproches. Bullrich sugirió que la vicepresidenta “repase la Constitución antes de querer hacerse la picante”, mientras que Villarruel replicó que la ministra “habla mucho de institucionalidad pero fue parte de gobiernos que arruinaron al país”.
Para analistas políticos, el episodio refleja un delicado equilibrio dentro del espacio gobernante, donde conviven sectores con visiones e intereses distintos. Si bien desde la Casa Rosada buscaron bajarle el tono a la pelea, el choque dejó expuesta la falta de cohesión en temas clave.
El cruce entre dos de las figuras más relevantes del oficialismo suma incertidumbre al escenario político y deja abiertas incógnitas sobre cómo impactará esta interna en la gestión y en el rumbo que pretende sostener el Gobierno. Mientras tanto, la oposición observa expectante, atenta a cualquier fisura que pueda capitalizar.