Se autorizó el procedimiento para transferir al sector privado la operación de las centrales nucleares del país.
El Gobierno nacional oficializó este martes la autorización del procedimiento para avanzar en la privatización de Nucleoeléctrica Argentina, la empresa estatal a cargo de la operación de las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse. La medida se enmarca dentro del plan de reformas estructurales que impulsa el Ejecutivo.
Según se informó, el proceso contempla la transferencia de acciones al sector privado, aunque el Estado mantendría una participación minoritaria y un rol regulador en la seguridad nuclear. El objetivo declarado es atraer inversiones para el mantenimiento y modernización de las plantas, así como para el desarrollo de futuros proyectos.
Nucleoeléctrica Argentina es considerada un actor clave en la matriz energética nacional, ya que aporta alrededor del 7% de la electricidad que se consume en el país. La decisión, sin embargo, genera debate sobre la conveniencia de entregar al sector privado un área estratégica vinculada a la soberanía energética.
El anuncio despertó reacciones en distintos sectores políticos y sindicales, que anticipan resistencias y posibles medidas de fuerza. En paralelo, el Gobierno confía en que la privatización permitirá mejorar la eficiencia y garantizar la sustentabilidad económica del sistema nuclear argentino.