La exmandataria reapareció con duras críticas al gobierno de Javier Milei y aseguró que su persecución judicial responde al derrumbe del plan económico oficialista.
Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente con un mensaje grabado en el que cuestionó con dureza el rumbo económico del gobierno de Javier Milei. A través de un audio difundido este jueves, la expresidenta advirtió que el modelo libertario “es insostenible” y que ya se observan señales de colapso. “Me metieron presa porque el modelo se les cae a pedazos”, afirmó.
En su intervención, Cristina apuntó contra las consecuencias sociales del ajuste, mencionando la caída del consumo, la pérdida del poder adquisitivo y la recesión económica como síntomas de un esquema que —según sus palabras— solo beneficia a una minoría. “En 45 días se esfumaron 4.000 millones de dólares”, remarcó, haciendo referencia a la fuga de capitales y a la fragilidad del sistema financiero.
La expresidenta también vinculó su situación judicial con el contexto político actual, sugiriendo que su persecución responde a la necesidad de silenciar voces críticas frente al rumbo económico. “Lo que está en juego no es solo un modelo de país, sino la posibilidad de que alguien lo cuestione”, sostuvo.
Las declaraciones llegan en un momento de tensión para el oficialismo, que enfrenta una creciente presión social por la inflación persistente, el estancamiento del empleo y el aumento de la pobreza. En ese marco, las palabras de Cristina se interpretan como un intento de recuperar centralidad política y marcarle límites al avance del programa económico libertario.
El mensaje fue recibido con entusiasmo por sectores del peronismo, que desde hace semanas vienen impulsando un proceso de reorganización interna con vistas a las elecciones de medio término. En ese contexto, el respaldo a la figura de la exmandataria aparece como un punto de confluencia para distintos espacios opositores.
La reaparición de Cristina reaviva el debate sobre el futuro económico del país y anticipa un escenario de mayor confrontación política en los próximos meses, en medio de una situación económica cada vez más delicada.