Durante el acto por el Día de la Lealtad, la expresidenta llamó a la movilización y planteó una ruptura política en la elección del 26 de octubre.
En un acto cargado de simbolismo y con alto perfil mediático, Cristina Fernández de Kirchner afirmó categóricamente que “el 26 de octubre es Milei o Argentina”, en lo que interpretan como un desafío directo al oficialismo y un llamado a la unidad del peronismo. La expresión dejó en claro un escenario de polarización marcado por la cita electoral.
Durante su intervención, Kirchner instó a la militancia a “no delegar” el poder y a entender lo que está en juego: “No se trata solo de votar, se trata de decidir qué país queremos”. El acto se desarrolló con presencia de referentes provinciales y una fuerte presencia simbólica de banderas, cánticos y discursos tradicionales del peronismo.
La frase generó impacto inmediato en los círculos políticos. Desde el Gobierno calificaron el mensaje como “una provocación innecesaria” y anticiparon que responderán con “propaganda ciudadana sobre gestión”. En tanto, en el entorno sindical y social del Frente de Todos, el discurso fue recibido como una señal de alerta sobre la posibilidad de una derrota en las legislativas.
El 26 de octubre marcará una elección crucial, en la que no solo se juegan bancas legislativas, sino también la percepción de vigencia del kirchnerismo. El mensaje de Kirchner refuerza la tensión política y coloca en el centro la división entre quienes apoyan al presidente Javier Milei y quienes buscan preservar la tradición peronista.