Por primera vez en la historia se comió más pollo, según informes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ante la profunda recesión de 2024, los argentinos se vieron obligados a cambiar su alimentación y el consumo de carne tocó mínimos históricos. Tal es así, que por primera vez en la historia se ingirió más pollo que carne.
Así lo aseguran tanto el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCRA).
Según el documento, el consumo aparente de carne vacuna por habitante se ubicó en 47,7 kilos/año en 2024. La estimación fue 9% inferior al de 2023 y se convirtió en el segundo registro más bajo desde que se inició la medición en 1914. Solo en 1920 se verificó un nivel inferior al de 2024 (46,9 kilos).
En consecuencia, el consumo aparente de carne vacuna habría sido equivalente a 2.240 millones de toneladas de res con hueso (tn r/c/h) en 2024. En términos absolutos, la caída del consumo interno habría sido de 193.78 mil toneladas.
Argentina fue en 2024 el primer consumidor global de carne vacuna per cápita, con un promedio de 48.5 kilos por persona, seguido en la región por Uruguay, con 42.2 kilos, y Brasil, con 39.5 kilos.
Aunque creció el consumo de pollo, no ingresó al podio de los líderes de demanda de carne aviar a nivel mundial, el cual es encabezado por Perú, con 56.4 kilos per cápita, escoltado por Estados Unidos, con 53.6 kilos, y Australia, con 53,4 kilos.