Luego de negarse a realizar el trámite, ambos hombres fueron escoltados hasta la Embajada. El llamativo hecho provocó la intervención de la Policía de la Ciudad, la Cancillería y el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Un conductor con auto diplomático ruso se atrincheró en el vehículo y se negó a hacerse el control de alcoholemia en el barrio porteño de Recoleta. Con el paso de los minutos la tensión escaló, interviene la Policía de la Ciudad y de la Federal que debieron acudir al lugar tras ser convocados por los agentes de tránsito. Tras más de una hora, el conductor se fue sin hacer el control y escoltado por patrulleros.
Media hora después, otra persona también con un auto con chapa diplomática fue demorado en el mismo control en Recoleta. Según el artículo 41 de la Convención de Viena, todas las personas que gocen de privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del país receptor.
La Policía de la Ciudad trabajó en el lugar tras el llamado de los agentes de tránsito y, finalmente, los oficiales escoltaron al auto hasta la Embajada de Rusia. Una vez allí se realizó el acta correspondiente.
El Primer Secretario de la Embajada de Rusia destacó que estos casos son considerados como «una grave violación al derecho internacional». Además, remarcó que se negaron a someterse al control de alcoholemia «porque estaban dentro de un auto diplomático».
El legislador porteño por La Libertad Avanza, Ramiro Marra, apuntó tras conocerse la noticia que «los diplomáticos no tienen que tener ningún tipo de privilegio en normas de tránsito».
De acuerdo al artículo 41 del Congreso de Viena, todas las personas que gocen de privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del país receptor.