Tras la caída del proyecto de "ficha limpia" en el Senado, el Presidente desmintió vínculos con el misionero Carlos Rovira y acusó a sus principales adversarios de operar en su contra.
El Senado rechazó el proyecto que impedía postularse a personas condenadas, generando tensiones políticas y acusaciones cruzadas entre aliados del oficialismo.
El expresidente cuestionó la decisión de la ministra de Seguridad y la acusó de haber priorizado su “vocación de poder” por encima de los principios del PRO, en medio de una interna cada vez más visible.
La ministra de Seguridad se afilió oficialmente al partido del Presidente en un acto simbólico que refuerza el liderazgo de Karina Milei en el armado político del oficialismo.
El proyecto avanza en comisiones con apoyo de sectores oficialistas y dialoguistas, aunque enfrenta resistencia del kirchnerismo y organismos de derechos humanos.