La decisión se da en el marco de un nuevo recorte estructural. Empresarios advierten que la medida deja a las pequeñas y medianas empresas sin representación directa en el Estado.
El Gobierno nacional confirmó el cierre de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa tras la renuncia de su titular, Marcos Ayerra. La decisión se enmarca en un proceso de reestructuración administrativa y reducción del aparato estatal impulsado por la actual gestión.
Con esta medida, las funciones de la secretaría serán absorbidas por otras áreas del Ministerio de Economía, lo que generó preocupación en el sector pyme. Empresarios y cámaras empresariales alertaron que la eliminación del organismo implica la pérdida de una vía institucional clave para canalizar políticas específicas destinadas al desarrollo de este sector.
La salida de Ayerra fue interpretada como una señal de desacuerdo con la orientación actual del Gobierno en materia productiva. Durante su breve gestión, había impulsado líneas de financiamiento y programas de asistencia para pequeñas empresas, aunque con un margen de acción cada vez más acotado.
Las pymes, que representan más del 90% de las empresas del país y generan buena parte del empleo registrado, enfrentan un escenario económico complejo con caída del consumo, aumento de costos y restricciones para acceder al crédito. En ese contexto, el cierre de la Secretaría fue recibido como un nuevo golpe.
Desde la oposición y algunos sectores sindicales criticaron duramente la decisión, señalando que debilita aún más el entramado productivo nacional. En tanto, el Gobierno defendió la medida como parte de un proceso de simplificación y eficiencia administrativa, aunque no brindó detalles sobre cómo se dará continuidad al acompañamiento del sector.