En plena campaña electoral, el Ejecutivo anunció una reforma que incluye cambios en las condiciones de ingreso, permanencia y naturalización de extranjeros.
El Gobierno nacional anunció este miércoles un paquete de medidas para endurecer el régimen migratorio vigente en Argentina. Entre los principales cambios, se contempla la implementación de expulsiones exprés para migrantes con antecedentes penales o condenas firmes, así como mayores requisitos para acceder a la ciudadanía argentina.
Según informó el Ministerio del Interior, la reforma apunta a “fortalecer la seguridad y el control migratorio”, con un enfoque puesto en evitar el ingreso y permanencia de personas que representen un riesgo. Las nuevas disposiciones también contemplan una agilización de los trámites administrativos para deportaciones.
El proyecto se enmarca en el contexto de la campaña electoral, donde el discurso sobre seguridad y migración se ha instalado con fuerza. Las autoridades justificaron la iniciativa señalando que el sistema actual “tiene vacíos legales que dificultan actuar con celeridad ante casos graves”.
Además de los cambios en las expulsiones, se endurecerán los criterios para obtener la ciudadanía argentina. Quienes la soliciten deberán demostrar no solo residencia legal prolongada, sino también ingresos formales y buena conducta comprobada, entre otros requisitos adicionales.
Organismos de derechos humanos y sectores de la oposición ya expresaron su preocupación por el posible impacto de estas medidas en comunidades migrantes vulnerables. Mientras tanto, el oficialismo defiende la reforma como una herramienta necesaria para “recuperar el control del sistema migratorio”.