Con apoyo de Estados Unidos e Israel, Argentina busca acelerar la liberación de Nahuel Gallo, detenido desde hace más de un año en Caracas.
El Gobierno nacional reforzó en los últimos días las gestiones diplomáticas para lograr la liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido en Venezuela desde enero de 2024. La estrategia incluye la intervención de la Cancillería argentina y contactos directos con autoridades de Estados Unidos e Israel, países que habrían mostrado disposición a colaborar en el proceso.
Gallo fue arrestado en Caracas en el marco de un operativo de inteligencia del régimen de Nicolás Maduro, que lo acusa de espionaje. Desde entonces, permanece privado de su libertad sin avances significativos en su situación judicial. El Ejecutivo argentino considera que su detención es arbitraria y que no existen pruebas que sustenten los cargos en su contra.
Según fuentes oficiales, la intención del Gobierno es lograr la liberación del gendarme antes de fin de año. Las gestiones se desarrollan en el más alto nivel diplomático y contemplan tanto canales bilaterales como intermediación de actores internacionales con influencia en Venezuela. La intervención de Estados Unidos, en particular, es vista como clave para destrabar el conflicto.
La familia de Gallo expresó su preocupación por el estado de salud del agente y volvió a exigir su inmediata liberación. En paralelo, organismos de derechos humanos reclaman que se garantice el debido proceso y se respeten las convenciones internacionales sobre detención de ciudadanos extranjeros.
Mientras tanto, el caso gana visibilidad pública y se vuelve un nuevo punto de tensión en las relaciones entre Argentina y Venezuela. La resolución del conflicto podría marcar un precedente en la defensa de ciudadanos argentinos detenidos en el exterior bajo regímenes autoritarios.