La obra, clave para evitar inundaciones y mejorar la producción agropecuaria, había quedado paralizada y ahora busca ser retomada.
El Gobierno nacional anunció que retomará las obras de dragado y acondicionamiento en la cuenca del río Salado, un proyecto considerado estratégico tanto para la infraestructura hídrica como para el sector agropecuario bonaerense. El compromiso fue comunicado en reuniones con representantes del campo y autoridades provinciales, con la intención de avanzar en las próximas semanas.
La iniciativa apunta a reducir el riesgo de inundaciones que históricamente afectan a vastas zonas productivas de la provincia de Buenos Aires, generando millonarias pérdidas económicas y complicaciones sociales en distintas localidades. Además, la obra es vista como una herramienta para mejorar la competitividad agrícola en la región.
El proyecto, que había sufrido demoras y paralizaciones en los últimos años, busca ahora recuperar financiamiento y un cronograma de ejecución que permita garantizar avances sostenidos. Desde el Gobierno se planteó que la prioridad es “dar respuestas concretas” a las demandas del sector rural.
Si bien el anuncio fue recibido con expectativa, productores y especialistas advirtieron que será necesario un plan integral que combine el dragado con otras medidas de infraestructura y prevención, de modo de asegurar que la cuenca del Salado deje de ser una fuente recurrente de conflictos y pérdidas para la provincia.