María Antonia de Paz y Figueroa se convertirá en 2024 en la primera santa del país, luego de que el papa Francisco autorizara la promulgación del decreto de un milagro atribuido a su intercesión.
Durante la audiencia que el Papa Francisco concedió este martes al cardenal Marcello Smeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Pontífice autorizó que se promulgara el decreto sobre el nuevo milagro atribuido a la beata argentina María Antonia de San José, también conocida como Mama Antula, informó la oficina de prensa vaticana.
Mama Antula había sido beatificada en 2016 en Santiago del Estero luego de que el Papa autorizara la publicación de un milagro por la sanación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador, quien habría recuperado la salud en el año 1900 por intercesión de la fundadora y madre espiritual de esta congregación.
Mama Antula nació en Villa Silípica, hoy provincia de Santiago del Estero, en 1730. Argentina no existía entonces sino el llamado Virreinato del Río de la Plata controlado por España. A los 15 años hizo sus votos y se consagró a la oración y al apostolado. Su meta era llevar a dios a donde no lo conocían. Desde Silípica hasta Loreto, Salavina, Soconcho, Atamisqui, las provincias de Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán. Caminó más de cuatro mil kilómetros descalza por todo el virreinato para continuar con el legado a pesar de la prohibición. Su misión era visitar las regiones pobres del nordeste argentino para promover los ejercicios espirituales y en apenas ocho años, consiguió ofrecer los ejercicios espirituales a setenta mil personas.
“Acusada de loca y de bruja, el peso histórico de Mama Antula en los sucesos independentistas de la Argentina quizá haya sido más importante que el religioso, aunque ahora se encuentre olvidado”, apunta la Agencia Informativa Católica de Argentina, donde fomentan la premisa de que es una de las madres de la patria, dado que en sus rutinas de ejercicios espirituales participaron varios próceres de la independencia, como Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga y hasta el Virrey Santiago de Liniers.
Mama Antula falleció el 7 de marzo de 1799, y sus restos descansan en la actualidad en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, de la ciudad de Buenos Aires.