El peronismo obtuvo una amplia ventaja en la Provincia de Buenos Aires, aunque la distribución de bancas mostró diferencias entre las distintas secciones electorales.
Las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires dejaron un panorama de claro predominio del peronismo, que se impuso con comodidad en gran parte del territorio bonaerense. Sin embargo, el resultado mostró particularidades en cada sección electoral, lo que permitirá un reacomodamiento en la Legislatura con fuerte peso en el interior y el conurbano.
En la Primera y Tercera Sección Electoral, que abarcan gran parte del conurbano bonaerense, el oficialismo logró victorias contundentes, superando los 20 puntos de diferencia en varios distritos. Estos números consolidaron su predominio en zonas densamente pobladas, lo que le asegura un caudal importante de bancas en la Cámara de Diputados provincial.
En contraste, en la Cuarta y la Sexta Sección, con fuerte presencia del interior agropecuario, la oposición consiguió imponerse, mostrando que mantiene su base de apoyo en esas regiones. Allí, los márgenes a favor de los espacios opositores fueron más ajustados, pero alcanzaron para equilibrar parcialmente la composición legislativa.
La Segunda Sección, con epicentro en el norte bonaerense, mostró una competencia más reñida, aunque también con una leve ventaja opositora. En tanto, la Séptima y la Octava Sección —que incluye a La Plata— reflejaron escenarios diversos: mientras en la capital provincial la diferencia fue menor, en otras localidades predominó el oficialismo.
Con estos resultados, el peronismo se garantiza un rol protagónico en la Legislatura bonaerense y refuerza el liderazgo político de la provincia, clave para el futuro del escenario nacional. A la vez, la oposición buscará apoyarse en el interior bonaerense para sostener su presencia y disputar iniciativas en un contexto político cada vez más polarizado.