En vísperas de la huelga, se difundieron mensajes en estaciones ferroviarias calificando la medida como un «ataque a la República» y exhortando a denunciar presiones sindicales.
En la antesala del paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para este jueves 10 de abril, el gobierno nacional desplegó una campaña en las pantallas y altoparlantes de las principales estaciones de trenes, calificando la medida de fuerza como un «ataque a la República». Los mensajes instaban a los ciudadanos a denunciar cualquier tipo de extorsión o coerción relacionada con la huelga, proporcionando para ello la línea telefónica 134.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, compartió en sus redes sociales el video difundido en las estaciones, acompañado del escueto comentario: «Fin». Esta acción refleja la postura crítica del Ejecutivo hacia la protesta sindical, a la que acusa de perjudicar a millones de argentinos que desean trabajar.
La CGT, por su parte, justificó la convocatoria al paro señalando que el ajuste económico implementado por el gobierno recae desproporcionadamente sobre los trabajadores activos y jubilados, mientras que el sector financiero ha visto incrementadas sus ganancias. La central obrera denunció, además, actos de represión y violaciones a acuerdos institucionales por parte de las autoridades.
Este paro general, el tercero desde la asunción del presidente Javier Milei, afecta a diversos sectores, incluyendo bancos, escuelas, hospitales y transporte público, aunque el servicio de autobuses opera con normalidad debido a una conciliación obligatoria dictada previamente.
La confrontación entre el gobierno y los sindicatos evidencia la creciente tensión en el ámbito laboral y político, en un contexto de ajustes económicos y reformas propuestas por el oficialismo. Mientras el Ejecutivo busca deslegitimar la medida de fuerza, los gremios insisten en la necesidad de defender los derechos de los trabajadores y jubilados frente a las políticas gubernamentales.