La adolescente recibió un disparo en la cabeza mientras miraba fuegos artificiales en Navidad. El proyectil quedó alojado en el cráneo y los médicos evalúan una cirugía. Buscan al tirador.
Angelina, una nena de 12 años, permanece internada en grave estado tras ser alcanzada por una bala perdida en la cabeza durante los festejos de Navidad en Villa Sarmiento, partido de Morón. El disparo impactó cuando la menor se encontraba en la vereda de su casa junto a otros chicos de la familia, observando fuegos artificiales luego de la cena.
Según relataron sus familiares, el proyectil —de bajo calibre— quedó alojado en la fosa posterior del cráneo. La adolescente fue trasladada de urgencia a una clínica de Ramos Mejía, donde permanece en terapia intensiva bajo estrictos controles médicos. Aunque su estado es crítico, se encuentra estable y los profesionales evalúan una intervención quirúrgica compleja para extraer la bala, que “entró pero no salió”.
Mariana, tía de la víctima, expresó su indignación y esperanza ante los medios: “Va a salir porque es superfuerte, pero el hijo de p… que es el dueño de la bala se tiene que cuidar”. Otro familiar detalló que los chicos “ni siquiera llegaron a abrir los regalos” y que todo ocurrió en cuestión de segundos.
El hecho se registró alrededor de las 00.05, cuando la alegría del inicio de la Navidad se transformó en una pesadilla. “Cayó desplomada. Estábamos acá afuera y la llevamos enseguida al hospital”, relató un tío, aún conmocionado. En un primer momento, los adultos creyeron que se trataba de un cohete, hasta que advirtieron la herida y la pérdida de sangre.
De acuerdo con los últimos reportes médicos, la bala no habría afectado inicialmente la parte motriz, aunque la zona presenta una fuerte inflamación y la niña permanece sedada. “Ahora está estable, pero la bala sigue adentro. Solo pedimos que se recupere y pueda vivir tranquila”, señaló el familiar, que pidió oraciones por su evolución.
La investigación está en curso. Personal policial realiza pericias técnicas y análisis de cámaras de seguridad del barrio para identificar al responsable. Durante los rastrillajes se hallaron vainas servidas en la zona, que serán cotejadas para determinar el origen del disparo.
El caso volvió a poner en foco el peligro de los disparos al aire durante celebraciones. “No miden las consecuencias. Cada tiro es una posibilidad de matar o arruinarle la vida a alguien”, advirtieron los familiares, que exigen justicia por lo ocurrido.






