La fiscalía lo acusa de homicidio con dolo eventual por la muerte del nene de 7 años en La Matanza. El caso genera conmoción y reabre el debate sobre el uso de la fuerza.
El efectivo de la Policía Bonaerense que disparó 11 veces durante un operativo en el que murió Thiago Correa fue imputado por homicidio con dolo eventual. Así lo resolvió la fiscalía a cargo del caso, que considera que el accionar del agente excedió los límites del uso racional de la fuerza.
Thiago Correa, de 7 años, murió el pasado 3 de junio en el partido bonaerense de La Matanza, tras recibir un disparo letal en el marco de una persecución. La reconstrucción judicial indica que el joven iba a bordo de una moto y que no estaba armado al momento del hecho.
Según la investigación, el policía efectuó once disparos, de los cuales uno impactó en Correa. La fiscalía consideró que, aunque el agente pudo no haber tenido intención directa de matar, actuó con indiferencia frente al riesgo de provocar una muerte, lo que encuadra en la figura de dolo eventual.
La defensa del imputado sostiene que su intervención fue legítima y en respuesta a una situación de evasión, aunque no se encontraron armas en poder de la víctima ni indicios de enfrentamiento. El caso generó reacciones de organizaciones de derechos humanos, que exigen justicia y mayor control sobre las fuerzas de seguridad.
La muerte de Thiago Correa reavivó el debate sobre la violencia institucional y el protocolo de actuación policial en contextos urbanos. Mientras avanza la causa judicial, familiares y allegados del joven realizaron marchas y actos pidiendo que el crimen no quede impune.