La medida se tomó como precaución ante posibles represalias tras una operación militar en territorio iraní.
El gobierno de Israel ordenó el cierre temporal de todas sus embajadas y misiones diplomáticas alrededor del mundo, luego de una ofensiva militar sobre objetivos en Teherán. La decisión fue tomada como medida preventiva ante un posible aumento de las tensiones con Irán y otros actores regionales.
La operación, que habría tenido como blanco instalaciones estratégicas en la capital iraní, generó una fuerte escalada en el conflicto. En respuesta, las autoridades israelíes activaron protocolos de seguridad y alertaron a sus ciudadanos en el exterior sobre eventuales riesgos.
El cierre de embajadas no tiene precedentes recientes y fue acompañado por un refuerzo de la vigilancia en aeropuertos, fronteras y sedes gubernamentales dentro del territorio israelí. Aunque el gobierno evitó brindar detalles operativos, medios internacionales aseguran que se trata de una acción coordinada ante amenazas concretas.
Organismos internacionales expresaron su preocupación por la creciente inestabilidad en Medio Oriente y pidieron a ambas partes evitar una nueva escalada militar. Desde Irán, en tanto, se prometió una “respuesta proporcional” y se convocó a consultas urgentes con aliados regionales.
La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de los hechos, mientras analistas advierten que cualquier represalia podría desencadenar una nueva etapa de conflicto abierto en una región ya marcada por décadas de tensiones geopolíticas y enfrentamientos armados.