Tras su amenazante tuit en el que dijo que va a «buscar hasta el último rincón del planeta» a los «zurdos hijos de puta», el Presidente utilizó el estrado del Foro de Davos para lanzar un violento discurso contra el feminismo, la ideología de género y la inmigración.
El presidente de Argentina, Javier Milei, brindó un discurso en el Foro Económico Mundial de Davos, el sitio que junta todos los eneros a más de 3 mil líderes del mundo para reflexionar los objetivos estratégicos y aumentar la ayuda entre países. Al comienzo de su mensaje, el presidente señaló que «El mundo abrazó a la Argentina, que se ha convertido en ejemplo mundial”.
En el inicio de su disertación, Milei recordó que hace un año, en su primera pesentación ante ésto Foro, dijo al mundo que estaban «equivocados, que se dirigían al fracaso y que Occidente se había desviado» y debía «ser reencauzado».
Milei afirmó que durante su primer año de gestión, encontró en otros mandatarios internacional «compañeros en esta pelea por la ideas de la libertad». Mencionó, por caso, al «maravilloso» Elon Musk; a la «feroz dama italiana» Giorgia Meloni; al premier de Israel, Benjamín Netanyahu; y a los presidentes Nayib Bukele, de El Salvador; Viktor Orbán, de Hungría; y Donald Trump, de Estados Unidos. «Lentamente se ha ido formando una alianza internacional de todas aquellas naciones que queremos ser libres y que creemos en las ideas de la libertad. Y lentamente, lo que parecía una hegemonía absoluta a nivel global de la izquierda woke en la política, en las instituciones educativas, en los medios de comunicación, en organismos supranacionales o en foros como Davos, se ha ido resquebrajando y se empieza a vislumbrar una esperanza para las ideas de la libertad», sostuvo.
Milei hizo una explicación sobre la «cultura woke», un término utilizado por la ultraderecha para referirse al progresismo, y consideró que para que haya una «época dorada» a nivel global debe eliminarse «esta ideología aberrante de la cultura».
«El feminismo, la equidad, la ideología de género, el cambio climático, el aborto y la inmigración, son todas cabezas del mismo monstruo, cuyo fin es justificar el avance del estado», lanzó y abundó: «Si uno mata a una mujer, se llama femicidio, con una pena más alta que si se mata a un hombre, como si valiera más la vida de la mujer. El feminismo pretende poner a la mitad de la población en contra de la otra».
Desde Davos también volvió a defender a Elon Musk, cuestionado por realizar un gesto nazi en los actos de asunción de Donald Trump. Dijo que su «querido amigo», propietario de X y Tesla, «injustamente ha sido vilipendiado por el wokismo en las últimas horas por un inocente gesto que lo único que significa es (…) su gratitud con la gente».