El gobernador anunció que los comicios bonaerenses se realizarán por separado de las elecciones presidenciales, en un movimiento que refuerza su autonomía política y genera tensiones dentro del peronismo.
Axel Kicillof confirmó este lunes que la provincia de Buenos Aires desdoblará sus elecciones respecto del calendario nacional. La decisión, largamente especulada en los últimos meses, fue anunciada oficialmente en un acto en La Plata y apunta a “priorizar la agenda bonaerense”, según explicó el propio mandatario. De esta manera, el distrito más grande del país elegirá gobernador, legisladores e intendentes en una fecha distinta a la de los comicios presidenciales.
La medida supone un fuerte gesto de autonomía del gobernador, que busca consolidar su liderazgo territorial en un contexto de fragmentación dentro del peronismo. Además, marca un distanciamiento explícito respecto a figuras como Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa, quienes habían promovido la unidad electoral como estrategia para conservar poder en medio de una crisis política interna.
Desde la Gobernación señalaron que el desdoblamiento permitirá a los bonaerenses discutir temas locales sin interferencias de la agenda nacional. El nuevo cronograma electoral aún no fue detallado, pero se espera que las PASO provinciales se realicen entre fines de julio y principios de agosto, en una fecha previa a las nacionales. La Junta Electoral bonaerense será la encargada de oficializar el nuevo esquema.
En el plano político, la jugada de Kicillof generó diversas reacciones. Mientras algunos sectores del oficialismo celebraron la medida como un ejercicio de federalismo real, otros dirigentes manifestaron su preocupación por un posible debilitamiento de la estrategia unificada del peronismo de cara a las elecciones generales. En la oposición, el anuncio fue leído como una maniobra táctica del gobernador para despegarse del desgaste del gobierno nacional.
Con este movimiento, Axel Kicillof reafirma su intención de disputar un segundo mandato sin quedar atado a los vaivenes del tablero nacional. En paralelo, alimenta las especulaciones sobre su futuro político más allá de 2027, en un escenario donde las figuras con peso territorial cobran cada vez mayor protagonismo dentro de un peronismo en proceso de reconfiguración.