El gobernador advirtió que sin cohesión interna el peronismo no tendrá una nueva oportunidad de gobernar. Propuso abrir el debate, pero sin recurrir a la lógica de traidores y leales.
En un acto realizado en el Teatro Argentino de La Plata, Axel Kicillof reunió a intendentes, legisladores y referentes del peronismo bonaerense con un mensaje claro: evitar la fragmentación del espacio si se pretende construir una alternativa de gobierno de cara al futuro. “El que piense que puede ganar solo, que se baje del pedestal”, lanzó el mandatario, marcando el tono de un discurso que buscó interpelar a todos los sectores del partido.
Kicillof pidió dejar de lado las disputas intestinas que se vienen profundizando en las últimas semanas, sobre todo con el armado liderado por Máximo Kirchner. La discusión por la fecha del congreso del PJ bonaerense, convocado para el 22 de junio, refleja una tensión creciente entre distintas terminales del movimiento. El gobernador, sin embargo, evitó apuntar contra actores específicos y remarcó que “no sobra nadie”.
En esa línea, hizo un fuerte llamado a una discusión interna profunda, pero sin exclusiones ni descalificaciones. “Hay que terminar con esa lógica donde si pensás distinto, sos un traidor. Nadie puede atribuirse la conducción de un movimiento tan amplio”, enfatizó. Su intervención fue leída como una señal hacia la dirigencia nacional y una advertencia sobre los riesgos de reeditar viejos errores.
El acto también funcionó como una demostración de fuerza de su espacio, en momentos en que Kicillof busca proyectarse más allá de la provincia. Con respaldo de intendentes y dirigentes de peso, el gobernador se posiciona como una de las figuras clave en el proceso de reconstrucción del peronismo, que aún busca reconfigurarse tras la derrota electoral de 2023.
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