En un show multitudinario y solidario en La Plata, la banda dejó un fuerte mensaje político y social, con una frase dirigida directamente al presidente Javier Milei.
La Renga volvió a demostrar por qué es una de las bandas más convocantes y comprometidas del país. En un recital que fue mucho más que música, la banda oriunda de Mataderos hizo vibrar a miles de personas en el Estadio Único de La Plata con un show cargado de energía, solidaridad y crítica política. Uno de los momentos más potentes de la noche fue cuando Chizzo, el cantante, antes de tocar “Panic Show”, miró al público y lanzó: “¡Acá están los verdaderos leones, carajo!”, en clara alusión al presidente Javier Milei, que suele autodenominarse “el león”.
El mensaje no quedó ahí. A lo largo del show, la banda dejó varios guiños que apuntaban al contexto económico y social que atraviesa el país. “¡Acá está el pueblo argentino, carajo!”, gritó Chizzo en otro tramo del concierto, lo que desató la ovación del público. Las palabras resonaron fuerte en medio del clima de ajuste, despidos y reclamos sociales que se vive desde el inicio del actual gobierno.
Además del contenido político, el recital tuvo un tinte solidario: parte de lo recaudado será destinado a los damnificados por el temporal en Bahía Blanca, un gesto que fue destacado por la organización y los fanáticos. La Renga ya había mostrado su compromiso con causas sociales en otras oportunidades, y en esta ocasión volvió a hacerlo con una puesta en escena potente y un mensaje claro.
La presentación fue elogiada tanto por la crítica como por los seguidores, que destacaron la energía del trío y el nivel técnico del show. Durante más de dos horas, repasaron clásicos de su discografía y ofrecieron un espectáculo que combinó música, luces y convicciones. El Estadio Único fue una fiesta con miles de personas coreando cada tema.
La postura de La Renga no es nueva, pero en este contexto particular, sus palabras adquirieron un peso especial. En un país atravesado por tensiones políticas y sociales, la banda eligió no callar y hacer de su arte una plataforma de expresión. Para muchos de sus fans, fue una noche épica; para otros, un recordatorio de que el rock también puede ser resistencia.