En primer lugar, Carlos Rengel, titular del Tribunal Oral 28 y juez que condenó a Aníbal Lotocki, sostuvo que no le correspondía ordenar la autopsia. El caso giró a otros dos magistrados, que tampoco se expidieron.
Luego de la muerte de Silvina Luna, el fiscal Sandro Abraldes ordenó la preservación del cuerpo de la modelo para aportar pruebas a la causa en contra del médico Aníbal Lotocki, quien tiene una condena, todavía no firme, de 4 años de prisión por lesiones graves a Luna.
En este sentido, el titular del Tribunal Oral 28, Carlos Rengel afirmó que no es su esfera ordenar la autopsia e hizo caso al pedido de Abraldes, por lo que giró el caso al juez subrogante Alejandro Ferro, en el juzgado 36 de Capital, donde Fernando Burlando inició un expediente por homicidio. En ese caso, el magistrado también se declaró incompetente.
Más tarde, un tercer juez, Luis Schlegel, eludió realizar la autopsia del cuerpo al igual que sus otros dos colegas.
El cuerpo de la ex Gran Hermano continúa en la Morgue Judicial de la calle Viamonte, preservado en una cámara para el momento del análisis y las pericias correspondientes.