Tenía 19 años y fue brutalmente atacado hace diez días. Hasta último momento, su familia no perdió las esperanzas.
Lautaro Alvaredo, el joven de 19 años que estaba internado con muerte cerebral tras haber sido golpeado a la salida de un boliche en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere, falleció este viernes, según confirmaron sus familiares.
El joven había ingresado a la clínica Mariano Moreno el mismo día de la agresión, pero su estado era «irreversible», según el pronóstico de los profesionales de la Salud.
Sin embargo, los padres se habían negado a desconectarlo del respirador artificial, ya que mantenían alguna esperanza de recuperación, sobre todo luego de haber visto algunas pequeñas señales motrices.
De hecho, los progenitores habían confiado que Lautaro movía los dedos y hombros cuando era estimulado, por lo cual no permitieron la intervención del INCUCAI para donar sus órganos.
«Ellos (los médicos) siguen en su postura de que tiene muerte cerebral, pero les pedí que no hagan nada en contra sino que hagan cualquier cosa que sea a favor de Lautaro», explicó Diego, su padre, en declaraciones a la prensa días pasados.
Los doctores, por su parte, explicaron en su momento que una de las posibilidades es que esas reacciones hayan sido «reflejos eléctricos» provenientes de la médula, ya que se comprobó que el panorama era tan grave como el primer día.
En relación a la situación judicial, hasta el momento solo hay dos jóvenes detenidos: se trata de Fabricio Román Stella, de 18 años, e Ian Agustín Noguera Galeano, de 19, quienes se entregaron en una comisaría cercana, acusados de «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de tres o más personas».
El crimen de Lautaro, de similares características al de Fernando Báez Sosa en 2020, es investigado por el fiscal Matías Folino, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios Dolosos del Departamento Judicial La Matanza.