El Gobierno implementará un dólar más alto para algunas exportaciones del agro y sumará el impuesto PAIS a las importaciones.
Para todos los que están sentado en la mesa, la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se extendió más de lo previsto y se convirtió en una pulseada demasiado dura con Argentina. El anuncio de las nuevas medidas se prevee para esta noche o mañana. Surgen de la conversación que mantuvieron el ministro Sergio Massa con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en donde avanzó en los detalles para la remodelación del acuerdo de repago de la deuda externa que la Argentina mantiene con el organismo multilateral de crédito.
Un nuevo dólar agro, un Impuesto PAIS para la importación de servicios y bienes suntuarios, así como estímulos para las empresas que paguen importaciones con dólares que provienen de sus exportaciones, serían las acciones a tomar de acá en adelante. El endurecimiento de las condiciones tiene datos concretos. El domingo pasado a última hora -con la intención de aminorar el impacto de la incertidumbre en el dólar-, desde Hacienda se filtró el siguiente cronograma: el lunes viajaría una parte de los funcionarios a Washington (algo que ocurrió); este jueves viajaría Massa (no ocurrió); y el viernes se prometía un Staff Level Agreement, una especie de compromiso de acuerdo. Esto último está por verse pero parece improbable que ocurra.
El FMI volvió a hablar hace unas horas justificando sus pedidos: “Nuestros equipos continúan trabajando constructivamente, en persona, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa de Argentina respaldado por el Fondo. Las discusiones continúan enfocadas en las políticas para fortalecer las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal. Continuaremos comunicándonos sobre el progreso de estas discusiones”, deslizaron voceros del organismo.