Autoridades sanitarias bonaerenses elevaron medidas preventivas tras el aumento de casos en regiones limítrofes.
Ante el reciente incremento de casos sospechosos de fiebre amarilla en regiones fronterizas, las autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires reforzaron su plan de vigilancia epidemiológica. Se activaron protocolos en puntos críticos geográficos, zonas selváticas y áreas próximas al delta del Paraná.
La cartera de Salud informó que se reforzarán las fumigaciones, se ampliarán los operativos de vacunación en localidades de riesgo y se incrementará el monitoreo en centros de atención primaria. Se lanzará también una campaña de concientización para que la población esté alerta ante síntomas febriles y acuda de inmediato a los centros de salud.
Especialistas subrayaron que la fiebre amarilla, transmitida por mosquitos, puede tener brotes localizados si no se actúa preventivamente. Por ello, enfatizaron la necesidad de que los habitantes de zonas rurales o boscosas tengan el esquema de vacunación completo y adopten medidas de protección personal (repelentes, ropas adecuadas, evitar exposición en horarios de actividad del mosquito).
Hasta ahora no se confirmaron casos autóctonos en territorio bonaerense, pero las autoridades advierten con mantener el nivel de alerta. El objetivo es detectar síntomas tempranos, aislar posibles contagios y evitar una propagación que comprometa la salud pública.