El Gobierno busca modernizar la fuerza con foco en delitos complejos y reduce el ingreso de suboficiales.
El presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentaron este martes una profunda reforma de la Policía Federal Argentina (PFA), que apunta a transformar su estructura operativa adoptando un modelo similar al del FBI estadounidense. El nuevo enfoque pone el eje en la investigación de delitos complejos y el crimen organizado.
Una de las principales medidas anunciadas es la drástica reducción en el ingreso de suboficiales, con el objetivo de profesionalizar la fuerza y priorizar el perfil técnico-investigativo de sus nuevos integrantes. La decisión forma parte de un plan integral de ajuste del gasto público que también alcanza a las fuerzas de seguridad.
Según explicaron desde el Ministerio de Seguridad, el nuevo esquema busca centralizar las investigaciones en unidades especializadas, con recursos tecnológicos avanzados y articulación directa con fiscales y jueces. Además, se prevé la creación de un cuerpo élite con formación específica en ciberdelitos, narcotráfico, corrupción y terrorismo.
La iniciativa fue presentada como parte de una reestructuración más amplia del sistema de seguridad nacional. Bullrich aseguró que se trata de un “salto de calidad” para dotar a la fuerza de una “capacidad real de combate contra las mafias”.
La reforma, que comenzará a implementarse en las próximas semanas, generó diversas reacciones dentro del ámbito policial. Mientras algunos sectores valoraron la modernización, otros advirtieron sobre el impacto de los recortes en el funcionamiento operativo cotidiano. La medida también será debatida en el Congreso, donde se espera una fuerte discusión sobre sus alcances.