El juez federal Guillermo Lleral consideró que “nadie fue penalmente responsable de su muerte”.
Seis años después de los hechos el juez federal de Rawson Gustavo Lleral sobreseyó este viernes a los gendarmes que participaron del operativo de seguridad para despejar el piquete mapuche sobre la ruta 40, del cual huyó Maldonado intentando cruzar a nado el curso de agua en el que perdió la vida.
El oficial de la Gendarmería oficial, Emmanuel Echazú, quedó en libertad tras su cargo por desaparición forzada de persona. Los otros agentes, Juan Pablo María Escola, Víctor Vaquila Ocampo y Marcelo Iván Ferreyra, también quedaron libres. Todos los gendarmes estaban culpados de abuso de autoridad y omisión de los deberes de funcionario público.
Tras el análisis de las pruebas el magistrado concluyó que no existen elementos que califiquen las acciones de los integrantes de la Gendarmería como delitos tipificados por la ley penal del país. Según su análisis, las acciones de la Gendarmería, incluyendo a los imputados Echazú, Escola, Ocampo y Ferreyra, estuvieron siempre ajustadas a la ley y que en aquel episodio actuaron por órdenes de la justicia, específicamente por el juez federal de Esquel, Guido Otranto, que luego fue corrido de la causa. Según Lleral ninguno de los agentes involucrados incumplió, inobservó ni abusó de sus deberes.
La decisión de la Justicia también incluye la suspensión de la reconstrucción virtual y la pericia tecnológica, dispuestas en octubre del año pasado.