River y Boca se enfrentarán en un operativo sin precedentes que incluye derecho de admisión, controles reforzados y múltiples restricciones para los hinchas.
El Superclásico entre River y Boca, que se disputará este domingo en el estadio Monumental por el Torneo Apertura, contará con uno de los operativos de seguridad más grandes del año. Más de 1.800 efectivos policiales estarán afectados al despliegue, que contempla tres anillos de control, inspecciones exhaustivas y estrictas medidas para garantizar el normal desarrollo del encuentro.
Según informaron las autoridades, el acceso al estadio estará dividido en anillos perimetrales donde se realizarán controles de documentación, entradas y derecho de admisión. Desde horas tempranas, los hinchas deberán someterse a revisiones que incluyen el uso de detectores de metales y sistemas de identificación facial, en un intento de evitar incidentes tanto dentro como fuera del recinto.
Entre las principales restricciones, se prohibió el ingreso de pirotecnia, banderas de gran tamaño, bebidas alcohólicas y objetos contundentes. Además, el operativo contempla controles de alcoholemia y la restricción vehicular en las inmediaciones del estadio, donde solo podrán circular vecinos acreditados y transportes autorizados.
Desde el Ministerio de Seguridad subrayaron que se prestará especial atención a la aplicación del derecho de admisión, mediante el cual más de 400 personas tienen prohibido el ingreso por antecedentes de violencia en espectáculos deportivos. El objetivo, indicaron, es ofrecer un espectáculo en paz y priorizar la seguridad de las más de 80 mil personas que colmarán el Monumental.
El operativo fue planificado de manera conjunta entre el Gobierno de la Ciudad, la Policía de la Ciudad, el Comité de Seguridad en el Fútbol y las autoridades de ambos clubes. Con un Superclásico que despierta pasiones como pocos, los responsables de la seguridad confían en que el despliegue permitirá vivir la fiesta del fútbol argentino en un clima de tranquilidad.