Las intensas lluvias provocaron graves inundaciones, destrozos y obligaron a evacuar a decenas de familias. El gobierno provincial declaró la emergencia.
La ciudad de Vera, en el norte de Santa Fe, fue una de las más afectadas por el violento temporal que azotó la región en las últimas horas. Las precipitaciones superaron los 400 milímetros en menos de 24 horas, provocando un colapso del sistema de desagües y el anegamiento de barrios enteros. Se confirmó al menos una víctima fatal y más de un centenar de personas debieron ser evacuadas.
Defensa Civil y bomberos voluntarios trabajaron durante toda la jornada en el rescate de vecinos atrapados por el agua, en algunos casos utilizando botes para acceder a viviendas completamente inundadas. La situación se agravó en zonas rurales, donde el agua también afectó la producción y cortó caminos.
El gobernador de Santa Fe dispuso la declaración de emergencia hídrica y el envío de asistencia inmediata. «Estamos coordinando con municipios y comunas para garantizar la seguridad de los santafesinos y atender a los damnificados», expresaron desde el Ejecutivo provincial. También se enviaron alimentos, colchones y elementos de higiene a los centros de evacuación.
Vecinos de distintos barrios relataron el impacto del temporal. “Entró el agua en cuestión de minutos, no pudimos salvar casi nada”, dijo una mujer que debió dejar su casa con sus hijos. Además de las pérdidas materiales, preocupa el riesgo sanitario y el daño en la infraestructura local.
Las autoridades meteorológicas pronosticaron una mejora gradual del clima, pero advirtieron que las condiciones de humedad persistirán y pidieron mantener las alertas. La emergencia climática vuelve a poner en foco la necesidad de obras de infraestructura que ayuden a mitigar los efectos de fenómenos extremos cada vez más frecuentes.