Fueron atacados en las inmediaciones del Gigante de Arroyito luego del partido ante San Lorenzo. Testigos aseguraron que se escucharon entre siete y 10 disparos.
Este sábado por la noche, el jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, fue asesinado en un ataque armado que ocurrió poco después del final del partido entre el “Canalla” y San Lorenzo, en el Gigante de Arroyito.
En el violento episodio también perdió la vida su mano derecha, conocido como “La Rana” Atardo. El ataque, que sacudió a Rosario, ocurrió a pocas cuadras del estadio y marca un trágico episodio en el historial de violencia que envuelve a las barras bravas.
Todo tipo de hipótesis corrían por esas horas en la ciudad de Rosario, que «lo emboscaron Los Monos (históricos narcos de Rosario)», que «fueron los del Clan Alvarado» porque «Pillín estaba con Los Monos». También se empezó a especular que «liberaron la zona» para el ataque, ya que no hubo policías a la vista para frenarlo y los sicarios se escaparon sin ser perseguidos, incluso añadían que «justo esas cuadras estaban casi a oscuras».
Tal es así, que no hubo ambulancia ni policía que lleve a Bracamonte y Atardo al Hospital Centenario, sino que fueron los mismos familiares y amigos los que los llevaron en andas hasta el lugar donde las fuerzas de seguridad informaron que fallecieron ambos barrabravas. Decían que por la zona pasó una ambulancia «y no quiso ayudar…». Aunque resulta casi obvio que si efectivamente pasó y observaron el cuadro, con los allegados de Bracamonte, infirieran que podía serles fatal y decidieran escapar.
Incluso la policía debió montar un operativo especial en el Hospital, cuando hubo que confirmarles a los allegados a Bracamonte su muerte y la de Atardo.
Semanas atrás, Pillín había protagonizado otro hecho similar donde lo atacaron a tiros junto a su pareja en el Parque Alem de Rosario. Se trata de una larga data de enfrentamientos entre bandas narco. Bracamonte estuvo al frente de la barra de Rosario Central por 25 años y había sufrido 29 atentados contra su vida.