Las salidas del jefe de Gabinete y del ministro del Interior se produjeron apenas un día después de la reunión de los mandatarios provinciales con el Presidente en la Casa Rosada. Predominan la sorpresa y la inquietud en las provincias.
Apenas 24 horas después del encuentro de Javier Milei con los gobernadores en la Casa Rosada, dos de los funcionarios clave en el vínculo con las provincias, Guillermo Francos y Lisandro Catalán, presentaron sus renuncias. La noticia cayó como un baldazo de agua fría entre los mandatarios, que habían sido invitados al encuentro por ambos ministros y mantenían con ellos un canal de diálogo abierto para discutir temas de gestión y financiamiento.
Francos, hasta ahora jefe de Gabinete, y Catalán, ministro del Interior, habían sido los encargados de construir una relación institucional con los gobernadores tras la victoria libertaria del 26 de octubre. Sin embargo, ambos pegaron el portazo el viernes por la noche, en medio de crecientes rumores sobre una nueva reconfiguración del Gabinete nacional. En el caso de Francos, su salida se confirmó tras hacerse eco de las versiones que lo daban fuera del Gobierno: su lugar será ocupado por Manuel Adorni, actual vocero presidencial.
El desconcierto se amplificó porque las renuncias ocurrieron justo después de una jornada que parecía destinada a mostrar una imagen de diálogo y coordinación entre la Casa Rosada y las provincias. En esa cumbre, Milei buscó enviar un mensaje de “gobernabilidad” tras las elecciones legislativas, mientras sus ministros mantenían reuniones paralelas con algunos mandatarios para destrabar gestiones pendientes.
Sin embargo, la aparente calma duró poco. El viernes por la noche, tanto Francos como Catalán oficializaron su salida, lo que encendió las alarmas en los gobiernos provinciales y profundizó las dudas sobre quién será ahora el nexo político con los distritos. En paralelo, la interna libertaria mostró nuevos movimientos: Patricia Bullrich rompió el bloque del PRO en Diputados y conformó un nuevo espacio alineado con La Libertad Avanza, sumando a siete legisladores bajo su conducción.
Mientras tanto, en las provincias predomina la incertidumbre. “Nos quedamos sin interlocutores claros”, reconoció un gobernador peronista tras conocer las renuncias, que vuelven a exponer las tensiones dentro del oficialismo y dejan en suspenso la continuidad del incipiente diálogo entre Milei y los mandatarios.






