El recargo de 30% sobre el dólar turista dejará de aplicarse a fin de año. Con ello, los costos para quienes viajen al exterior o hacen consumos en moneda extranjera se modificarán.
Con el anuncio de la eliminación del Impuesto PAIS a partir del 31 de diciembre, el dólar tarjeta o turista experimentará cambios significativos que afectarán tanto a quienes viajan al exterior como a quienes realizan consumos en moneda extranjera. Aunque la medida representa un alivio parcial, el escenario cambiario argentino sigue mostrando opciones más económicas en el mercado paralelo.
El Impuesto PAIS termina precisamente el día de Nochebuena, fecha en la que se cumplirán cinco años de su vigencia y que es el plazo que se fijó por ley, en el marco de la emergencia económica que se aprobó por el Congreso a pedido del entonces presidente Alberto Fernández.
Cuando concluya también vencerá la Resolución 4.815 de 2020 emitida por la ex Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que establece una percepción del 30% a las venta de dólares para atesoramiento y para pagar consumos con tarjetas en el exterior, en operaciones que pagan el 30% de Impuesto PAIS.
Por ese mecanismo se logró llevar el precio del “dólar tarjeta” o “dólar turista” a $1.600, que comparado contra los $1.100 que se pueden conseguir en el MEP, constituye una barrera contra la demanda.
La modificación en el esquema de recargos no solo tiene implicancias para quienes viajan al exterior. También afecta a sectores vinculados al comercio internacional y la importación, ya que las operaciones en dólares seguirán sujetas a los impuestos establecidos. Sin embargo, la expectativa de una disminución en los costos por la eliminación parcial del Impuesto PAIS genera incertidumbre en el mercado.