El gobernador de Buenos Aires refuerza la campaña territorial para consolidar sus votos.
Axel Kicillof juntó a su gabinete, tuvo una charla a solas con la vicegobernadora Verónica Magario, punteó información con varios intendentes, recibió el llamado de algunos gobernadores y habló con Cristina Kirchner que ya está de regreso en Capital después de haber votado en Río Gallegos el último domingo.
También Máximo Kirchner se sentó con su celular en mano y lo mismo hizo el ministro del Interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro como gran parte de la dirigencia de Unión por la Patria. El objetivo de cada conversación, más allá de la obvia catarsis, fue ordenar el discurso y empezar a armar una estrategia frente al complejo escenario para el oficialismo. En ese plano, el gobernador subrrayó: primero que la elección no está perdida y que este mismo lunes arrancó un segundo tiempo. “Se puede dar vuelta”, insisten todos reforzando el tono optimista.
Hoy paticipó de la inauguración del centro educativo N° 802 junto al intendente local, Fabián Cagliardi, en Berriso, dónde confirmó que desde ahora y hasta el 25 de septiembre va a inaugurar una escuela por día en la Provincia de Buenos Aires.
En ese plano, Kicillof aseguró que, junto a sus funcionarios, tienen “un plan para los próximos 4 años, es un plan que presentamos a comienzo de año, de expansión del sistema educativo bonaerense” y señaló que “uno lo podría llevar a cuestiones de sensibilidades y lo que sentimos, entendemos que desde el comienzo de la república se pensó que uno de los factores para terminar con las desigualdades”.